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"Te vendo una entrada. ¿Sencillo, verdad? Pero es una entrada especial, mágica, una entrada a mi mundo, con sus enormes pirámides y sus reinos decadentes...". Con estas palabras, Pablo Yuste Suso nos invita a recorrer los pasillos más oscuros y las avenidas más luminosas de su existencia. Su voz de bienvenida no se confina en promesas de efímeros visionarios ni se agota en bulliciosas ofertas de vendedores ambulantes. Su llamado febril nos sumerge en un universo dolorosamente humano y maravillosamente heroico. A través de la fecundidad poética, nos embarca en un profundo viaje emocional hacia los escombros de sus derrotas, las sombras de sus adicciones, la dicha de sus conquistas, la claridad de su alma y la potencia sanadora del arte. El desafío está hecho, la puerta está abierta y el vértigo espera del otro lado. ¡Tan solo nos queda atrevernos, traspasar la vehemencia de los versos y sumergirnos en las eternas Noches de Pirexia!
